Suena esta canción: http://www.youtube.com/watch?v=YncNm0WQY2I
Caza recompensas. Esa profesión que te permite hacer cosas ilegales de manera legal. Forajido, chatarrero, busca-tesoros... Pluriempleado. Y es que la vida está bastante difícil últimamente.
Hoy la tripulación del Hellmaker se levanta en Midas, uno de los planetas del círculo exterior. Hay que trabajar.
El golpe de hoy consiste en asaltar un tren, robar la mercancía y entregársela al viejo Jack. Tú segunda al mando te advierte de que negociar con Jack no es buena idea. Se centra mucho en recordarte lo que pasó la última vez en la entrega, cuando ignoró las condiciones y no sólo no te pagó sino que además te robó todo lo que llevabas encima, literalmente.
Intentas quitarle hierro al asunto. "Es buen tipo, ya verás como esta vez está de buenas." dices tratando de convencerla, pero sabes que es una chica dura y no se lo traga. Te ha salvado tantas veces que prácticamente ella es más dueña de tu vida que tu propia madre. De igual modo, tú también sabes que el viejo Jack es un gusano de tierra y no dudará en jugártela, pero por desgracia no tienes otro comprador. Al menos, vas con la ventaja de conocerlo...
Despegáis, os pertrechais y acudís al encuentro del tren.
El golpe se lleva sin ningún percance. Algo raro porque tus planes nunca suelen salir como lo planeas, y al final todo se vuelve improvisación, golpes, balas silbando, algún que otro agujero aquí y allá... Pero bueno, no seas negativo. Este ha salido bien. Aunque admitamoslo, era la parte fácil. Después del golpe has quedado con el viejo Jack en un acantilado no muy lejos de allí. Temes que sea el lugar perfecto para una emboscada pero nuevamente no tienes más opción. La tripulación debe comer, las armas recargarse y la nave tener combustible. Para ello necesitas el dinero y Jack el único que está dispuesto a pagar.
Dejas la nave cerca del sitio, pero fuera del alcance. Por si a Jack se le ocurre mandar a sus hombres a por ella mientras tú estás en el sitio de la entrega.
Coges a tu segunda al mando y a tu mejor tirador, y dejas al resto en la nave. Incluido al piloto, el cual está pendiente de tu señal mientras vigila atentamente la nave.
Desde una distancia de seguridad, enseñas la mercancía y Jack hace lo mismo con el dinero. Entonces es cuando os acercáis al punto de la entrega. Al llegar allí te das cuenta de que efectivamente todo era una trampa. Jack no ha venido solo como prometió sino que se ha traído algún que otro amiguito. Tu capacidad para hacer enemistades sigue estando en perfectas condiciones.
"Buenos días ¿no te parece?" dice el viejo Jack. Intercambias unas cuantas palabras de cortesía y falsa amabilidad, cuando te empieza a explicar la situación. Hay seis o siente hombres apuntándoos y no tienen pinta de tener escrúpulos a la hora de disparar. Jack empieza diciendo que se va a quedar la mercancía, además de vuestras armas y, mirando lascivamente a tu segunda, la ropa. Hace varias referencias a tu estupidez por no haber aprendido de la primera vez, y más o menos en ese momento eres capaz de sentir el peso del "Te lo dije" más enorme del mundo proveniente de tu segunda, la cual no te está mirando pero aun así sientes su mirada clavándose en ti. Para daros algún incentivo más, Jack y sus hombres comienzan a empujaros hacia el acantilado.
Viendo que los tienes justo donde los quieres, empiezas a hacer una de las cosas que mejor se te da. Hablar. Y comienzas a ganar tiempo mientras disimuladamente activas tu baliza de posición para que la nave te detecte, haciendo acto de aparición en cuestión de segundos. "¡Tirad las armas o os volaremos con los cañones laser!" Suena una voz desde la megafonia de la nave.
¿Cañones laser? Si es una nave de carga, que cañones va a tener. Pero claro ¿Que va a saber Jack? El farol cuela, pero Jack es el único que no tira su arma y, con actitud hostil, la apunta hacia ti. Por suerte eres más rápido y desenfundas a tiempo para dispararle en el hombro antes de que el pudiese dispararte. Al instante, tus compañeros sacan sus armas y acaban con los indefensos y desarmados hombres de Jack. Te acercas al viejo tumbado en el suelo y le apuntas a la cara.
"Te dejamos tu mercancía y cogemos nuestro dinero. Un trato es un trato. Te dejo el agujero de recuerdo de estos buenos días." Tus compañeros cogen el dinero mientras le sigues apuntando y comprueban que esté todo. Por suerte para todos Jack lo había traído, así que felizmente embarcáis en la nave dejando allí al viejo con seis o siete cadáveres y un buen recuerdo.
Otro día más con la soga al cuello, pero al menos hoy no ha corrido sangre amiga, así que todo ha salido bien. Salís al espacio y ponéis rumbo a Perséfone, famoso por su gran mercado y así reabasteceros. Esta noche habrá una buena cena de celebración con los restos de comida en lata que queden. Viva la buena vida.