miércoles, 29 de junio de 2011

Inalcanzable

Como un lobo aullando a la Luna.

Esa bailarina de la premiante noche. Sola. En el mundo de las Ideas, dibujante de sueños. Arropada por su manto de estrellas, que la cuidan en las horas frías y la hacen creer y embellecer. Única, y por eso, soñada.

domingo, 26 de junio de 2011

Toma de contacto

- Primeros Días -

Explorador de lo desconocido, y como tal, empiezo a cosechar mis primeros éxitos. Tambien hay que decir que dichos los conseguí fuera de su mundo, fuera de una discoteca y sin estar borracho, lo cual me enorgullece más, pues me hace sentir acompañado en este loco mundo monopolizado por la sociedad de la normalidad.

Yo, la irlandesa y Castaño
Pues era la irlandesa más hermosa que jamás había visto, y la única, a excepción de sus amigas. Y aunque ella fuera de mi mundo, o de uno cercano, el propio mundo real hacia imposible luchar por ella, aunque sus ojos verdes esperanza me dieran la fuerza capaz de ello. Pero cuando el orden de la razón y el caos del corazón coinciden en lo imposible de la situación no hay nada que hacer. Sólo quedará una dulce nostalgia. A menos, que el futuro, destino o casualidad no haga reencontrarnos. Un magnífico broche final para un fantástico día. Un eterno día que parecía que no iba acabar. El primero. Y mira que llegamos al mediodía, pues nos dio tiempo a ir a la playa, a comprar, a la piscina, a ir de pubs y a ir la discoteca (que yo no entré, antes me encontré a la irlandesa). Además de pelearnos, organizarnos, beber chupitos y voy a otro pub porque me toca y empezar a liarla parda... pues la primera noche ya nos amenazaron con quitarnos la fianza y echarnos. Esa fianza pendió de un hilo toda la jodida excursión. Suerte que la recuperamos. Definitivamente los portugueses no son muy listos.

El segundo día fue la decepción de las vacaciones. Colocamos el listón muy alto, y no conseguimos volver a llegar. Prácticamente no hicimos nada de provecho, ni siquiera gamberradas. Al final me vi resignado a salir con Iván solos, porque nadie salía. Un buen paseo por Albufeira, que nos la aprendimos bastante bien.

Mundos diferentes

- Reflexión personal -

Heme aquí me hallo. De vacaciones con la gente de mi clase y no puedo sino confirmar mis pensamientos: pues la soledad se encuentra entre una multitud de gente.

No sé si los mundos paralelos existen hablando en términos científicos, como he estado estudiando todo este curso de 2º de BTO, como si pusiéramos un espejo frente a nuestra realidad y hubiera otra distinta. Pero si puedo asegurar, por experiencia personal, que los mundos paralelos existen, en esta misma realidad. Yo vivo en un mundo, mis compañeros en otro.

 De izq a derecha: Manuel, Ángela, Elena, Lorena, Sonia, Vanesa, Ana, Antonio, Iván -Abajo- David, Castaño y yo.

A veces intento hablar en su idioma, pero en vano, fracaso. Me consuela saber que algunos también intentan hablar el mío. Escribo estas entradas en una libreta, para después subirlas (es decir, ahora). Necesito también sentime en mi mundo. El primer día de vacaciones ha sido eterno para todos, pero difícilmente superable.

Como resumen general de la excursión le podemos dar un sobresaliente, tanto en recuerdos, como en nuevas experiencias. No creo que muchas de ellas las vuelva a repetir por iniciativa propia porque la mayoría de ellas no me gustan, pero vivirlas ha sido fantástico. Mis compañeros si nadaron cuales peces en el agua, y ¡menuda forma de nadar! Ya contaré su experiencia en la rebautizada "Titanic". Ellos me dejaban bastante de lado, pese a mis intentos de diluirme en su mundo. Pero lo que más he aprendido es que realmente estos dos mundos son incompatibles. De esta excursión saco las conversaciones más reveladoras que jamás he tenido. Personalmente, me parecen personas con la mente cerrada, y espero que lean esto, seguro que se ríen un rato, pues personalmente para ellos, yo soy idiota. Por suerte, algunos se escapan.

Aun así son mis compañeros de clase, y gracias a ellos he aprendido y vivido lo inimaginable. Y por mucho que me ofreciesen cambiarlos nunca aceptaría. Son mis compañeros, y los mejores que podría haber tenido.

viernes, 24 de junio de 2011

The End



Principios del verano de 2011. Abrumadora es la melancolía de unos de los muchos atardeceres de mi vida que experimentaré.

Hace ya dos años que me fui de casa para iniciar mi camino solo. Y desde entonces, teniendo mis más y mis menos no he dejado realmente de estar solo. Hoy, he vuelto de una semana fantástica llena de recuerdos que jamás olvidaré con mis compañeros de clase en Albufeira, sur de Portugal. Los he sentido más cercanos que nunca, pese a que yo siempre fui un cero a la izquierda para ellos. Hoy, probablemente, sea uno de los últimos días en que nos veamos las caras y crucemos algunos adiós, hasta luegos y nos vemos. Durante estos dos años han sido amigos, que consideraba tener. Ahora dudo que todo eso halla sido real. Parece que mi predadora Soledad siempre me acaba encontrando y cazando. Sólo me queda seguir mi camino con algunos de los mejores recuerdos de mi vida, aunque ellos sea rían de mí.

miércoles, 1 de junio de 2011

Si alguien gritó, nadie pudo oírlo.

Varios días estuve esperando mi turno. Cada madrugada, al azar, escalofríos y aspavientos saturaban mi mente. Donde la esperanza se diluía con la realidad de la situación, la realidad de saber que nadie cuida a un enemigo. Con cierto alivio, podemos decir, los médicos llegaron a mí cama. Las matemáticas estaban bien, pero la química fallaba. Era lógico. No iban a curar al vencido por los vencidos. Así que confirmaron su pesar, que a la vez fue un alivio por el hecho de haber matado a la incertidumbre. Habrá de ser fusilado tras las dependencias químicas.

Todo estaba preparado. Un muro de mampostería, una explanada, un pelotón de fusilamiento y una cadena de guardianes que aportaron todo lo necesario para la ejecución. Otros camiones, otros condenados, otras desesperaciones se sumaron a la ceremonia. Un sacerdote con estola morada rezaba en latín rutinarias imploraciones de misericordia. Unos instantes de silencio para que el sacerdote terminara su plegaria que concluyó con una bendición trazada en el aire con la languidez de un adiós entristecido e inmediatamente: "Pelotón", silencio, "Apunten", silencio, "Fuego".