martes, 19 de julio de 2011

Tempus

¿Es triste? ¿Es realidad? Es la vida. Estamos acostumbrados a aferrarnos a las cosas para sentirnos seguros, pero, aunque en el fondo de nuestra alma lo sepamos no queremos admitir que todo es temporal.

Si nos enseñaran unas serie de fotografias de todos los avalorios que usamos, pulseras, collares... de un año, veríamos como si fuera un gif como vamos evolucionado. Y no sólo eso, estilo de ropa, alimentación, gustos en general y... personas.

Estas cosas me gustaría reflexionarlas con mis amigos, pero la mitad no estaría de acuerdo. Viven en su mundo del siempre, en su mundo del futuro. No quieren ni pensar que las cosas tienen un fin y que empiezan otras. A veces me gustaría ser feliz de esa manera. Pero por culpa de mis vivencias y continuos cambios ya no puedo evitar saber, que mañana escucharé un nuevo tipo de música que de repente me gusta, me compraré una pulsera genial y abandonaré la vieja a la que tanto aprecio le había tenido. Dejaré de comer kiwi, porque de repente ya no me apetece, no me gusta. Cambiaré los daikiris de fresa por los de melocotón. Y los sentimientos de hoy ya no estarán mañana.

Sueños bonitos, esperanzas de jugar esas partidas. De mover tu propia ficha. Disparar demasiado alto. Ayer me comía el mundo, hoy sufro de empacho. Lo que parece infinito ahora. ¿Lo será realmente? Creo que en estos momentos le tengo miedo a no-cambiar. Quiero vivir, no soñar. ¿Se puede vivir sin soñar? ¿Puede haber presente sin futuro?

1 comentario:

  1. Primera vez que te leeo y quedo encantada con esta filosofía tuya. Gracias por tu prosa.

    ResponderEliminar

Es preferible comentar por algo a no-comentar por nada.